Por: David A. Gómez Ferreira
Definitivamente las cosas están graves. En la
Educación Básica ocurren situaciones que sólo pasan en historias macondianas
donde el protagonista principal es el profesor. - ¡De por Dios! Increíble lo
que pasa en mi gremio -. Alarmado dijo una vez una colega docente.
El mundo avanza y la educación también. Avanza de
una manera tan agigantada que algunos docentes se quedan y no intentan estar en
concordancia con las políticas nacionales educativas e implementarlas en sus
escuelas. El poco dinamismo, la falta de estrategias didácticas, la verborrea y
la pereza, son los factores más evidentes en las aulas de clases colombianas.
Un sistema que envuelve con facilidad a un educador por las condiciones
precarias y lamentables con las que se desarrollan las clases. En ocasiones
hasta “con las uñas” se imparten las sesiones académicas; más, en los colegios
ubicados geográficamente en sectores marginados y aislados de la urbe.
No quiero justificar. Pero claro, como no van a
existir estas anomalías en la Educación Básica, si existen muchos aspectos
negativos en la educación en Colombia que afectan directamente al maestro. Por
ejemplo, la del salario. El salario de un docente profesional sin postgrado en
la categoría 2A, que recibe como remuneración $1.411.890 pesos; esto, según el decreto 171 del 07 de febrero de
2014, que establece “la remuneración de
los servidores públicos docentes y directivos docentes al servicio del Estado
en los niveles de preescolar, básica y media que se rigen por el Decreto Ley
1278 de 2002”. Tan costoso que está vivir en este país en la actualidad, ¿Será
que alcanza para cubrir todos los gastos familiares como arriendo, educación,
alimentación, servicios públicos y otros? Realicen el ejercicio matemático para
ver qué resultado les da.
Es triste que esta profesión tan compleja, que
necesita dedicación y horas extras de trabajo los fines de semana sea la peor
paga de las profesiones. Un maestro le dedica tiempo a la preparación, al
desarrollo y a la evaluación de los contenidos y eso no se tiene en cuenta en
la remuneración mensual.
No obstante, esto no impide que los profesores le
dediquen con vocación, respeto y ética a su oficio. Es bien sabido que los
gobiernos distritales y municipales están implementando estrategias para que el
docente pueda utilizar las TIC en sus instituciones como herramienta
pedagógica. Una de ellas, es la entrega de “tabletas” a los profesores para uso
diario en sus clases para mejorar la calidad de la educación, lo increíble es
que no están siendo utilizadas para lo que se entregó, sino que son los hijos o
nietos de algunos de ellos los que portan esta “herramienta pedagógica” en sus
tiempos libres o de ocio. Y entonces, como dice el dicho popular, “malo porque
le dan y malo porque no”. El común de los colegios, es la misma clase magistral
de tablero y marcador, que ya está pasada de moda. Ahora es más dinámica, más
de interacción, más de estudios de casos, más de tecnología y más de
creatividad pedagógica.
Un docente es el modelo de una Institución, la
presentación personal también influye e infunde respeto, seamos el modelo tanto
física e intelectualmente. Debemos cambiar la imagen errónea que se le tiene a
docencia, pero tenemos que hacerlo primero desde las aulas de clases.
El futuro de los estudiantes está en nuestras
manos, está en nuestra pedagogía y en la didáctica. Colegas, dignifiquemos la
profesión, las acciones realizadas en el aula de clases se evidencian tanto en
las pruebas Icfes como en la vida de cada uno de los estudiantes, esa es la
verdadera hoja de vida de un profesor. Seamos lo que antes existió y ahora sólo
queda en recordaciones, aquel profesor preocupado, interesado y motivado en
apoyar la formación personal y profesional de los estudiantes; pero ante todo,
respetado por su rol. ¡Seamos maestros, más no docentes!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarInteresante... "Seamos lo que antes existió y ahora sólo queda en recordaciones, aquel profesor preocupado, interesado y motivado en apoyar la formación personal y profesional de los estudiantes". Y con respecto al salario, teniendo en cuenta que la Docencia en realidad es una profesión tan compleja y de dedicación, sea mal remunerada, siendo los docentes en nosotros como alumnos, la base para nuestra educación y la guía para la obtención de nuevos conocimientos, donde por el contrario en mi punto de vista un político que solo manipula al pueblo, gana aproximadamente el triple que un docente y que un medico que salva vidas. Colombia.
ResponderEliminarSi bien es cierto que los gobiernos están proponiendo estrategias para mejorar la calidad de la educación en Colombia, también es cierto que quiere hacerlo manteniendo un número exagerado de estudiantes en las aulas de clases; las condiciones con las que trabajan los maestros son precarias, los ambientes escolares donde están los niños no son los adecuados, y peor aún, hoy en día los padres y los hijos imponen sus leyes en las escuelas y el maestro tiene que hacer lo que estos digan, porque de lo contrario estarían violando sus derechos; ¿y dónde quedan los deberes?.
ResponderEliminarEl sistema educativo colombiano quiere imitar modelos educativos de otros países (desarrollados), pero no quiere invertir.
Una amiga que vive en Estocolmo me contó que la calidad de la educación allá bajo, ellos estaban en el puesto 5 y pasaron al puesto siete a nivel mundial. En sus aulas había 18 estudiantes por salón, ahora se propone que hayan 12 y que se le aumente el sueldo a los docentes y directivos docentes para que esto mejore, allá hay jornada única, los docentes tienen excelentes almuerzos al igual que los estudiantes; acá quieren implementar la jornada única y los estudiantes deben ir y venir a sus casa para almorzar, por ejemplo. Mi amiga dice que acá en Colombia los maestros son unos héroes.