miércoles, 2 de febrero de 2011

Las acciones son las que hacen ser libre al hombre


Por: David A. Gómez Ferreira 

No es de nuestro desconocimiento que desde hace mucho tiempo, el ser humano ha estado en una constante búsqueda de la libertad, pero no una libertad que solamente lo involucre a él de forma individual sino a su entorno, una libertad donde se incluye al otro, que se desarrolla en comunidad y en espacios públicos y que sólo de esta manera se han generado los grandes hechos históricos de la humanidad.
Si no es así, recordemos  entonces aquel acontecimiento histórico, que marcó un hito en nuestra sociedad, como lo fue el mes de marzo de 1781, donde un gran grupo de personas propiciaron la llamada Revuelta de los Comuneros; como consecuencia a las políticas y abusos en materia de impuestos a que estaban sometidas las colonias americanas por parte del Rey. Este fue un acontecimiento real donde los hombres pusieron en ejercicio la libertad, no una que se ponía en práctica desde su interior, sino una que  se ejercía haciendo, exteriorizando, comprometiendo al colectivo, donde cada uno de ellos exponían sus inconformidades y las confrontaban, para llegar a propuestas claras y consolidadas.
Es importante tener claro que este hecho, logrado por nuestros antepasados, no nos hace libres, ni mucho menos nos garantiza la libertad en la actualidad ni a futuro, ya que ésta depende de cada uno de nosotros y se posee cuando la ponemos en práctica y somos merecedores de ella, puesto que no podemos vivir de la libertad de otros; como “cual rémora sobrevive de los residuos que deja el tiburón al devorar su presa”, ni se puede además, quedar sumergida en el sólo intelecto ni en la voluntad. Es por eso, que muchas personas caen en el error de decir que son libres por el simple hecho de creerlo y por estar contemplado en la ley, pero en realidad se convierten en unos esclavos más de la libertad de otros; es decir que por el simple hecho de ser  seres humanos, nuestros actos son precedidos por el intelecto y las emociones.
No obstante, existen algunos aspectos importantes que están presentes en la acción, son lo que la Alemana Hannah Arendt denomina “Principios” (amor a la igualdad, honor, miedo, odio, entre otros.) Son estos los que permiten que la acción sea inagotable, ya que éstos no se desarrollan desde el interior del ser sino que se infunden desde el exterior, involucrando las emociones, que permiten que la acción sea diferente a la otra, los cuales varían de acuerdo a éstas.
Ahora bien, la acción es importante, claro que es importante pero es necesario que ésta se desarrolle en un espacio donde se involucren a otros individuos, que se discuta, se planteen alternativas, se difieran de otras, para que ésta cumpla su fin de ser libre. Y no por el contrario se desarrolle en un espacio oculto o sin participación, porque si no, sólo se mostraría al mundo el producto de la acción. En ese sentido, un claro ejemplo de esta afirmación es la que se divisa en un salón de clases, puesto que si está se da en un ambiente donde el docente y los estudiantes interactúan, se generan discusiones, nuevas posturas  y motivaciones, se estaría poniendo en practica el verdadero sentido de la Libertad, pero si ésta se da como un espacio donde sólo se transmite información del docente hacia el estudiante se convertiría solo en un Producto, es decir, la clase.
Así mismo, el valor es considerado como uno de elementos indispensables para promover la acción política, dado a que nos incita a enfrentarnos a la realidad, a nuestro contexto y a nuestra sociedad, dándonos la oportunidad de ser propositivos y enfrentar los nuevos retos; en últimas, es el que nos aleja del miedo por la vida y nos acerca a la libertad del mundo.
La libertad no es un pensamiento, no son las ganas, ni mucho menos puede ser tratada como una temática escolar, son las diversas acciones que a diario realizamos sin pensar en el miedo, es cuando empezamos a preocuparnos por los demás y damos paso a la oportunidad de ser libres a otros.

Objetivos del Milenio: Retos para Colombia


“La libertad política es la condición previa del desarrollo económico y del cambio social”
John Kennedy
Por: David A. Gómez Ferreira

Desde hace algunos años el estado colombiano, respaldado por los gobiernos de las Naciones Unidas,  ha venido impulsando estrategias para lograr cumplir con los compromisos y las metas de los Objetivos del Milenio, en cuanto al fortalecimiento de los derechos de los colombianos, los cuales se enmarcan dentro de una gestión de políticas públicas con eficiencia y transparencia.
En ese sentido, los Objetivos del Milenio pretenden mejorar el bienestar del ser humano y erradicar las diferentes problemáticas sociales a una totalidad de porcentaje como lo son la pobreza, el hambre, la mortalidad infantil, el acceso a la educación para toda la población de este territorio, la gestión y control de enfermedades, la discriminación por género, las acciones de colaboración global y  el desarrollo sostenible.
Pese a que se ha visto mejoras en Colombia, la pobreza continúa y se sigue mostrando como uno de los problemas más alarmantes, ya que afecta a casi la mitad de la población Colombiana no sólo en lo concerniente al factor económico sino también a la falta de empleo y la excusión social. Según el último reporte del DANE, los departamentos de Chocó y sucre, el primero con un porcentaje de 78.5 y el segundo con 68.5 son los que desafortunadamente se encuentran con mayor número de habitantes en la línea de pobreza. Cabe anotar que según las metas de los Objetivos del Milenio Colombia ha disminuido sólo un mínimo porcentaje en la erradicación de la pobreza.
Por otra parte, los reconocidos medidores, encargados de establecer los porcentajes y de dar los últimos reportes del cumplimiento de las metas de los Objetivos del Milenio, manifiestan que en la actualidad no se están alcanzando los resultados esperados, ya que de acuerdo a lo indicado por la ONU, los países del “primer mundo” deberían aumentar su inversión y/o ayuda mundial a los países tercermundistas a un porcentaje superior al PIB de un o, 25% a más o menos a un 0,42% pér cápita.
Es por eso que Emilia Herranz en su publicación “Objetivos del Milenio: de la teoría a la practica” expresa que “desde que se establecieron los compromisos en la cumbre de 2000, las metas relacionadas con la salud de las poblaciones, claves para conseguir el desarrollo global que se pretende para el 2015, no sólo no se están cumpliendo sino que han sufrido un retroceso alarmante en algunas regiones”; de esta manera trayendo esta problemática a nuestro contexto, más de 10 millones de niños mueren al año en Colombia, esto por causas de negligencia familiar, falta de atención medica y de protección estatal, las cuales habrían podido evitarse y de inmediato contrarrestar las medidas de protección y reducir la mortalidad infantil en el país.
De otra parte, en el tema de educación e igualdad de género teniendo en cuenta el reporte de la Encuesta Nacional de Demografía y Salud podemos decir que en Colombia sólo una gran minoría de las mujeres sexualmente activas para el año 2005 declararon haber sido victimas de violencia sexual y maltratada físicamente por parte de su pareja, ya que a esto se le suma la dependencia a su pareja y la exclusión femenina de la mujer en el campo laboral; ella deja que constantemente ocurran las lesiones y los maltratos por la sostenibilidad y bienestar económico de sus hijos y el suyo propio. 
Finalmente, a las metas establecidas al medio ambiente y la prevención y contagio del sida, las estadísticas son contradictorias y su cumplimiento de de complejidad para el año 2015. Podemos finalizar exponiendo la cruda realidad, la infección del VIH, se ha propagada con mayor intensidad en algunos departamentos del país, más en la población de los 15 a 49 años de edad y con mayor contagio en los menores edad y las mujeres y de otro lado, la deforestación ha aumentado significativamente, ya que en Colombia aumenta en la expansión de la frontera agropecuaria, en los sectores de vulnerabilidad y desplazamiento se utiliza el consumo de leña para consumir sus alimentos, los cultivos ilícitos en las áreas donde se ubican los grupos ilegales armados en Colombia como también la producción y comercialización de madera que en algunos casos es domiciliaria. Se piensa que lograr las metas de los objetivos del Milenio es una utopía, sin embargo en Colombia se desarrollan acciones en pro de alcanzar los mejores resultados pero se debe actuar con honestidad, eficacia, compromiso y transparencia en el desarrollo de las políticas sociales.

¿Qué nos identifica?


“Nadie puede definir tu identidad, tu personalidad. Al fin y al cabo cada uno es responsable de quién y como es”
Chinogizbo
Por: David A. Gómez Ferreira

Cuando se habla de “identidades” se debe hacer alusión a las diversas perspectivas que la sociedad posee y construye desde los principios sociales, étnicos, políticos y culturales, los cuales son la representación  de un conjunto de posiciones, conceptos e imágenes que crean un sentido de pertenencia hacia lo que se es y lo que se deber ser como sujeto social.

De esta manera, al emitir un juicio sobre las identidades, se debe contextualizar a partir de la creación de los movimientos y las clases sociales, en sentido de darle relevancia a los hechos históricos  que conllevaron  al reconocimiento  de la definición de las identidades clasistas en Colombia.

Con base a ello, para algunos las identidades son construidas, no naturales, otros en cambio enfatizan que sólo es la asimilación del contexto en el que nos hallamos, el concepto que se entiende de lo social y en la aceptación, rechazo o cambios que se producen  por parte  de los actores  sociales. Por otro lado, la construcción de identidades no se enmarca sólo en el aspecto cultural  sino  que genera un sentido  de pertenencia  en los individuos asociados con el ánimo de proyección hacia el futuro. En  ese sentido, los movimientos sociales  buscan de forma colectiva la articulación y construcción de tejido social. Las maneras de identificación existentes son múltiples, varían con los hechos  y el tiempo, so pena a las circunstancias históricas y a los actos de los individuos, desde la acción social colectiva.

En Colombia, durante el siglo  XX, con el objetivo de construir identidades sociales, se dieron  los primeros indicios de movimientos  sociales  desde la perspectiva de clase. Para esta época, las clases sociales, lograron  construir identidades visibles que generaron cambios importantes en este periodo, especialmente  la obrera.

Por consiguiente, Erick Hobsbawn, en  la revista de filosofía política ¨Identidad¨ indica que lo que se entiende por “identificarse” es priorizar una identificación especifica y determinada sobre las demás, ya que en la praxis somos seres heterogéneos. Con base a esta anotación, se puede decir que la posición del historiador Hobsbanwm, es que la identidad la posee el ser humano desde que nace, sin embargo, la constante interacción social permite la construcción de la identidad basada en la pluralidad y el sentido de pertenencia hacia los colectivos.

Desde esta perspectiva de identidades colectivas, es importante reconocer que la identidad no sólo depende de las condiciones y la hemoclasificación familiar sino que se debe apoyar en las relaciones sociales y en la vinculación con el medio que nos rodea pero sujeto a las exigencias y a la vinculación voluntaria en la sociedad; es por eso, que en ocasiones se tiende a excluir por no ser identificado cuando se da mayor valor a lo particular que a lo colectivo.

Reseña: Un mundo desbocado, los efectos de la Globalización en nuestras vidas



AUTOR:
Giddens Anthony, Madrid, España, 1999. Grupo Santillana Ediciones, S. A. 2000.

Anthony Giddens. (Londres, Inglaterra, 18 de enero de 1938) es un sociólogo británico, reconocido por su teoría de la estructuración y su mirada holística de las sociedades modernas. También adquirió gran reconocimiento debido a su intento de renovación de la socialdemocracia a través de su teoría de la Tercera Vía. Es considerado como uno de los más prominentes contribuidores modernos en el campo de la Sociología, es autor de al menos 34 libros publicados en no menos de 29 idiomas -publicando en promedio más de un libro por año-. También se lo ha descrito como el científico social inglés más conocido desde John Maynard Keynes.
Se pueden identificar tres estadios en su vida académica:
El primero redefine una nueva visión de qué es la sociología, presentando un abordaje teórico y metodológico de ese campo, basado en una reinterpretación crítica de los clásicos de la disciplina. En cierta medida, puede señalarse que Giddens es uno los autores que aporta a la constitución del "panteón clásico" de la sociología de finales del siglo XX: Marx, Durkheim y Weber. Sus publicaciones principales de esa etapa incluyen El Capitalismo y la Moderna Teoría Social (1971) y Las Nuevas Reglas de Método Sociológico (1976).
En la segunda etapa Giddens desarrolla la teoría de la estructuración. Sus trabajos durante ese período, como Problemas Centrales en Teoría Social (1979) y La Constitución de la Sociedad (1984) le valieron fama internacional en el campo de la sociología.
El último estadio abarca sus trabajos más recientes, estos referidos a las siguientes cuestiones: modernidad, globalización y política. Especialmente el impacto de la modernidad sobre lo social y la vida personal. Esta etapa está reflejada por su crítica a la posmodernidad, y sus discusiones sobre una tercera vía "utópica-realista" en la política, que se hacen visibles en Consecuencia de la Modernidad (1990), Modernidad e Identidad (1991), La Transformación de la Intimidad (1992), Más allá de la Izquierda y la Derecha (1994) y La Tercera Vía: La Renovación de la Social-Democracia (1998). Los esfuerzos de Giddens se dirigen tanto a refundar la teoría social (en un primer momento), como a re-examinar la comprensión del desarrollo y trayectoria de la modernidad.
Fue Director de la London School of Economics and Political Science desde 1997 hasta 2003. Actualmente trabaja como profesor emérito de dicha institución.

ABSTRAC
Si  bien es cierto que los factores con más influencia en esta época han sido la ciencia, la tecnología y el conocimiento; los cuales han generado cambios históricos en un mundo ávido de transformaciones contextualizadas y prácticamente creadas por una simbiosis entre la modernidad y tradición. El texto “Un mundo desbocado, los efectos de la globalización en nuestras vidas” nos hace referenciar a los aspectos importantes para la comprensión de un mundo globalizado, llenos de antítesis y de volcamiento de perspectivas sobre la influencia de este proceso en la vida, desde una visión cosmopolita y fundamentada hacia el ejercicio de una verdadera democracia.


CONTENIDO

La globalización ha sido un tema discutido de manera incesante y lioso para los países menos industrializados, de ahí, que surge las posturas de diversos pensadores quienes han agregado conceptos de la globalización, entre los cuales podemos destacar a los escépticos y los radicales como los ha denominado Giddens. Los primeros, adoptan una postura trivial de los factores de la globalización e incredulidad de cambios positivos en un mundo globalizado. Por su parte, los segundos muestran su aceptación sobre la realidad de la globalización y la expansión de las secuelas que deja la misma. Entonces la pregunta que surge es ¿Cuál de los dos grupos tiene la razón? Lo que sí es notable es que ambos consideran la globalización y la enmarcan en el sector económico.

La globalización ha traído consigo enormes cambios tanto en la economía, la política y la tecnología, los cuales han sucumbido por el poder de los sistemas de comunicación de la época. En ese sentido, Anthony Giddens agrega que “La globalización es, pues, una serie compleja de procesos, y no uno solo. Operan, además, de manera contradictoria o antitética. La mayoría de la gente que la globalización simplemente “traspasa” poder o influencia de las comunidades locales y países a la arena mundial. Y esta es desde luego, una de sus consecuencias”. Dado los acontecimientos mundiales sobre los efectos de la globalización en los países del primer orden, se ha conocido que la evolución no ha sido de forma equitativa, por ende las consecuencias son desfavorables. De la misma manera, sucede en los países menos industrializados sólo que con mayor expresión.

Por otra parte, el autor alude a las diversas concepciones de riesgo, las cuales se consolidaron en los siglos XVI y XVII. A diferencia del concepto tradicional, el riesgo en la modernidad no se asimila tanto como peligro o amenaza, más bien como situaciones o acciones a posibilidades futuras. Así mismo, se crea un ambiente de aventura y goce cuando se acepta el riesgo en la vida diaria, lo que hace que genere en la gente mayores expectativas en la toma de decisiones e incertidumbres al mismo tiempo.

A hora bien, hay que ver los aspectos importantes del riesgo y sus contrastes, los cuales se ven reflejado en los cambios que genera una sociedad producto de determinar su propio futuro. Sin embargo, los regímenes capitalistas no aceptan esta posición, sino que platean un cálculo previo, denotando los beneficios y las pérdidas, es decir, es tomando el riesgo como proceso paulatino y complejo. Es por ello que Giddens asimila el riesgo en dos aspectos, el riesgo externo y el riesgo manufacturado. El riesgo externo, como muy explícitamente lo expresa es aquel que existe por naturaleza y el riesgo manufacturado, se crea de las situaciones o decisiones diarias que hay que atreverse a afrontar.

Por otro lado, al hablar de modernidad hay necesariamente que hablar de tradición. Se dice que no existen doctrinas que fundamenten las razones de la tradición, sin embargo, ésta se considera una construcción consciente de costumbres de una sociedad, la cual está sujeta a sucesos cambiantes según el contexto, la época y se caracteriza por su repetición y evocación constante.

Giddens indica además que, “lo distintivo de la tradición es que define una especie de verdad. Para alguien que cumple una práctica tradicional no hay que hacer preguntas sobre posibles alternativas. Por mucho que cambie, una tradición ofrece un marco para la acción que permanece prácticamente incuestionable”. Muchas de las sociedades del mundo se han venido desprendiendo de las influencias de la tradición, lo que hace que diariamente en una sociedad cosmopolita emanen acontecimientos nuevos sin que desaparezcan las tradiciones. También podemos destacar la manera en que se vivencian las tradiciones, que poco a poco se viven con menor simbolismo. De tantas, hacemos referencia al famoso “Día de las Brujitas” o “Día de los Niños y Niñas”, so pena a ser calco de la cultura Estado Unidense, toda Latino América apropió esta celebración, pero con la situación de inseguridad pública en el mundo, poco a poco ha venido desapareciendo, ya son pocos los que aún conservan esta tradición plenamente. Este es un tema muy complejo y más cuando se relaciona con la religión.

En este transcendente tema como lo es la globalización, la familia y la vida privada adquieren una gran relevancia. El matrimonio se concibe ahora de manera diferente, se le da valor al amor. Anteriormente, el matrimonio era un acuerdo entre los miembros de la familia, es decir de los padres y madres, no de los que se unían por el sagrado sacramento. Tenía un concepto económico y de clases, más no de emociones entre parejas. Para esta época, era conspicuante la imagen masculina, no se tenían en cuenta a las mujeres ni a los niños.

Así como lo expresa Giddens “la familia ha dejado de ser una entidad económica, y la idea de amor romántico como base del matrimonio, ha reemplazado al matrimonio como contrato económico”. Hoy dia se habla de crear relaciones de pareja, el matrimonio va perdiendo poco a poco su carácter de importancia. Diariamente se construyen núcleos familiares con base a la intimidad pero aislando el compromiso matrimonial. Para reforzar lo anteriormente manifestado el mismo autor agrega que “el  matrimonio significa que una pareja está en una relación estable y puede,  en efecto, promover esa estabilidad, pues hace una declaración pública de compromiso. Sin embargo, el matrimonio ya no es el principal elemento definitorio de la pareja”.

Para los países del mundo globalizado, la democracia es el principal aporte y el impulso significativo del siglo XX. Se entiende por democracia el uso de acciones y habilidades para ejercer el poder público. Se dice que X o Y país es democrático cuando las elecciones son legitimas y participa toda una sociedad. Sin embargo, la democracia hace alusión a los derechos y a las libertades de la población civil. A pesar de ser considerados países democráticos, las ideas eran consideradas y establecidas sólo por la minoría, un grupo de dirigentes y elitistas de una sociedad quienes limitaban la participación en las justas democráticas. El filosofo político John Stuart Mill, enuncia que “parte del electorado tuviera más votos que otros para que, en sus propios términos, los “más sabios y competentes” ejercieran más influencias que los “ignorantes y menos preparados”. En sociedades de países pocos industrializados, la democracia suele ser en algunos casos baldía, pero esta concepción está cambiando,  poco a poco se está expandiendo y creando cambios significativos en el mundo global, y por ende, esté ávido de buenas prácticas políticas y sociales, ejerciendo de manera pluralista la democracia y, de esta manera, reorganizar el caos que dejan los cambios del fenómeno de la globalización e el mundo.

Finalmente, podemos concluir que la globalización ha afectado  a los países menos industrializados, los cuales hacen parte de un periodo crucial de transición en todos los aspectos, lo que ha conllevado a que se tengan en cuenta el riesgo como factor globalizante y la democracia como principio de una sociedad global. Estos efectos de la industrialización han propiciado cambios y procesos en la sociedad tanto en la era moderna y la tradicional. Crear una cultura en términos globales no es una utopía sólo que se debe desaprender conceptos y posturas que obstaculizan la globalización e hilar los conceptos desorientados de una sociedad que está aprendiendo a vivir en un mundo globalizado.                                                                                                                                                                                                                                                                                               

GLOSARIO

Ávido: Ansioso, deseoso
Simbiosis: Asociación de dos aspectos diferentes
Antítesis: Oposición, contraste
Volcamiento: Surgimiento, creación
Cosmopólita: universal, mundial

Democracia: Doctrina política en favor del sistema de gobierno en que el pueblo ejerce la soberanía mediante la elección libre de sus dirigentes.

 

Lioso: Enredado, confuso.
Incredulidad: recelo, suspicacia.
Secuelas: Consecuencias, resultados
Sucumbir: Ceder, someterse
Antitética: opuesta, contraria
Equitativa: igual, imparcial
Aludir: indicar, referirse
Paulatino: progresivo, continuo
Evocación: recordación, reminiscencia
Transcendente: esencial, importante
Relevancia: exaltado, destacar
Justas democráticas: alusivo a los sufragios, participación del pueblo a través del voto.
Baldía: vana, inútil
Caos: desorganización, desorden
Utopía: inalcanzable, remoto, imposible.
Desaprender: desprenderse, desligarse
Hilar: unir, enlazar
BIBLIOGRAFIA
BELL, Daniel, “The world and the United States in 2013”, en Daedalus, 1987.
OHMAE, Kenichi, “The End of the Nation State: the rise of Regional Economics”, Londres, Hapercollins, 1995.
HOBSBAWM, Eric, y RANGER, Terence, “The inventrion of tradition”, Cambrige, Cambrige University Press, 1983.
VIDAL, Denis, “When the gods drink milk: empiricism and belief in contemporary Hinduism”, en South Asia Research, 1998.
DUBY, Georges, “Love and Marriage in the middle Ages” Cambrige, Polity Press, 1994.
HELD, David, “Global transformation: Politics, economics and culture, Cambrige, Polity Press, 1999.